Cargando...

La Fuerza de la Tierra

Aceite de Oliva Virgen extra

LA FUENSANTA

HISTORIA FAMILIAR

Finca de La Fuensanta es un conjunto de fincas pertenecientes a la familia Molina Cardenal, situadas en la localidad murciana de Jumilla. Aunque esta tierra es especialmente conocida por sus vinos, el cultivo de aceituna también ha estado ligado a su historia desde hace siglos. Se tiene constancia de que los romanos ya producían aceite en esta zona durante el periodo en el que poblaron la Península, de hecho, la carretera que cruza la finca, se denomina carretera de Jumilla a Venta del Olivo, simbolizando la importancia de esta zona olivarera.

En Finca La Fuensanta conviven variedades centenarias de olivo con otras de nueva plantación. Pero esta mezcla entre experiencia y juventud no es una cualidad exclusiva de los olivares de la finca. También en la gestión de la misma conviven varias generaciones que intercambian sabiduría y tradición con la energía y las ganas de innovar de los más jóvenes.

La historia de esta empresa empieza con una decisión de Atanasio Molina, fundador de la finca y proveniente de una familia de gran tradición agrícola y olivarera. Conocedor del tesoro escondido en la tierra, pues la conocía muy bien desde que era niño, y movido por su pasión, en 1982 decide comprar la finca, en situación de abandono hasta ese momento, ampliando el legado patrimonial de su abuelo Atanasio y su padre Bartolomé Molina. Su objetivo, llegar a producir el mejor aceite de oliva que esta tierra pudiese dar.
Desde entonces, acompañado en todo momento de su mujer, Angeles Mª Cardenal, y sus dos hijos Amaya e Iván, ha ido ampliando el terreno hasta lo que se conoce hoy como Finca de La Fuensanta. Además del núcleo central, la finca se compone de diferentes parajes que han ido extendiendo un corredor desde la falda Sur de la Sierra del Molar hasta la falda Norte de la Sierra Larga.

El legado que el bisabuelo empezó se ha ido transmitiendo y enriqueciendo de generación en generación hasta nuestros días, en los que la familia se enfrenta al desafío que supone ser agricultor en el Siglo XXI.

En palabras de los actuales miembros al frente del negocio y herederos de la historia que valientemente inició su bisabuelo y continuó el abuelo: “Cuidamos con mimo los olivares y el entorno en el que se produce nuestra oliva para producir un aceite ecológico de excepcional calidad y sabor”

El olivo simboliza la fuerza de la tierra, el tesón y la constancia del agricultor, la paciencia y la sabiduría de la vida.